… que valgan, que salgan las letras figurando los nombres de las cosas.

Aplausos a la música y que se presenten las palabras en el escenario de las transmisiones para hacer del encuentro una comunión. Subámoslas  al barco de la oración y demos gracias a la expresión.  Correspondámoslas a los destinos corporales y honremos la congruencia. Megafónicamente soltémoslas para atajar las distancias y  declarar la firmeza. Saquémoslas tibias de los corazones veraces y enternezcamos las alianzas y parentescos. Crezcámoslas con el vaho del buen humor para venerar la alegría. Montémoslas al cuento para revelar lo imposible posible y así…

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Órale y Punto se muestra también como un lápiz, plumín o teclado

decidido a compartir la experiencia de vivir.